martes, 1 de marzo de 2011

Pai

Hemos viajado por la ruta 1095. La carretera que va desde Chiang Mai hasta Mae Hong a través de 1864 curvas. Hasta Pai sólo hay 762 en 136 km.
De los 12 que viajábamos en el minibús, sólo una francesita tuvo que avisar al conductor para detenerse, pero puedo asegurar que había motivos para ello, de hecho, una coreana se pasó medio viaje con el pañuelo en la boca, y yo mismo llegué con el estómago a punto de decir basta. Nuestro conductor tenía prisa. ¡Qué alivio pisar el suelo en Pai! Vaya 3 horitas de viaje.


Este pueblo está situado entre montañas, a unos 650m. sobre el nivel del mar y eso se nota en la temperatura, la cual siendo alta, es algo más llevadera que en el resto del país, lo suficiente como para tener que taparse con la sábana en la cama y apagar el ventilador.
Esta ciudad todavía es más tranquila que Chiang Mai, está recogidita en un valle y como viene siendo tónica habitual desde que hemos llegado al norte de Tailandia, los precios son alucinantemente bajos, además hemos podido negociar hasta en el hotel, pues la mayoría tiene plazas vacantes. En Pai hemos pagado 250 Bath la noche, por una habitación limpia con baño, ventilador, mosquiteras y señal wi-fi gratuita y todo esto, en el mismo centro. La comida, exquisita, barata y variada.



Hay mucha oferta de yoga y reiki y los monjes se pasean por toda la ciudad, forman parte del paisaje. Es otra calma.


Como este es un lugar pequeño y las cosas interesantes están muy dispersas, hemos alquilado una moto por 100 Bath al día y hemos recorrido la zona. El resto del turismo hace lo mismo, cientos de motos se pasean por los alrededores cada día.


Algunas de las costumbres de los thais seguimos sin entenderlas, arrastran los pies todos ellos, les ofrecen bebidas a sus iconos y no acabamos de entender de donde viene el huevo; ¿de la gallina o del árbol?



Hemos visitado un colegio y ha sido muy divertido, acababan de comer los más pequeños y salían con sus postres y fiambreras, al vernos se sorprendieron y pudimos hacer el indio con ellos un rato.



El comedor, con sus largas mesas preparadas, esperaba a los mayores.


Cascadas de Mor Paeng

Situadas a unos 7 kilómetros de Pai ofrecían un paisaje de naturaleza exuberante, a pesar de encontrarnos en época seca y bajar con muy poca agua. Los niños se dedicaban a pescar en la multitud de pequeñas pocitas que había dispersas entre las piedras, con sus gafas de buceo y un pequeño punzón coleccionaban sus pequeños peces vivos. Nos refrescamos y disfrutamos de la tranquilidad de este lugar. Aquí puedes perderte.




Wat Hua Na

Un gran templo básicamente impecable. Docenas de mujeres vestidas de blanco se encargaban de que no hubiese ni una hoja en el suelo. Aquí se respiraba paz y silencio, en mitad de la naturaleza.



Caminando nos sorprendió un zona limitada por una tela verde, al mirar en su interior, había decenas de tiendas de campaña de color naranja. Era de suponer que se trataba del alojamiento de los monjes. Duermen bajo las estrellas.


Santichon (Poblado Chino)

Un curioso poblado habitado por gente de origen chino. Se dedican a vender todo tipo de objetos en sus tiendas, todas ellas ambientadas con un gran colorido donde, como no podía ser de otra forma, predomina el color rojo y oro. Aunque se veía algo artificial, resultaba original.


Pai Canyon

A unos 8 kilómetros de Pai, justo antes de comenzar el entramado de curvas y contracurvas hay un curioso desfiladero con un pequeño camino de roca blanca y precipicio a ambos lados.


Wat Nam Hoo

Otro templo de los muchos que hay en la zona, pero hemos llegado justo cuando le estaban cantando una oración a Buda.


1 comentario:

  1. Os ha cundido! Esto me gusta mucho. El orden, la pulcritud.
    Las fotos de la cascada son preciosas (incluida sirenita) esta cascada merece mucho más la pena que la de la "turistada".
    Lo de los huevos tiene narices!
    Un abrazo CHIC@S!

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