domingo, 20 de marzo de 2011

Champasak

Hemos llegado a esta localidad desde Paksé en un tuk-tuk grande que hace diariamente este trayecto, los cachondos le llaman bus local. Esperan en mitad del mercado hasta llenarlo. Nuestras maletas viajan junto al resto de equipaje, que en este caso eran bolsas de la compra, bidones y botellas de gasolina.



El viaje es de una hora escasa y tuvimos que pasar por el único puente que hasta ahora hemos visto sobre el Mekong.

Íbamos todos muy apretaditos. En el banco central Ángel con los niños y yo sentada con los pies sobre unos sacos, rodeada de pepinos y lechugas. Los niños se apoyaban entre ellos y dormidos conseguían mantener el equilibrio. Nosotros mirando el panorama y disfrutando en lo posible. Esta zona es mucho más rural y menos turística.


Ha sido fácil encontrar alojamiento y tras una rato refugiados en nuestro flamante bungalow de 5€ la noche, decidimos salir a explorar los alrededores. La gente es muy humilde pero todos disponen de una casa elevada y hacen vida bajo ella. La cantidad de niños que hay es impresionante.






El pueblo se extiende a lo largo de una carretera, tiene arrozales a un lado y el río Mekong al otro. Nos acercamos al embarcadero, donde al caer la tarde, un montón de pequeñas embarcaciones cruzaban el río en ambos sentidos con pasajeros, motos o mercancías.




Vat Phou

Se trata de unas ruinas pre-Angkor declaradas patrimonio de la humanidad, están al pie de una montaña sagrada a unos 10Km. de distancia. Para llegar hasta allí decidimos subir a otro bus local donde íbamos junto a algunas señoras del pueblo que volvía del mercado de hacer compras. Nos dejaron en la misma entrada del complejo, y a partir de ahí comenzamos una caminata. Nos encontramos con dos lagos artificiales y después una calzada marcada a ambos lados con pequeñas columnas hasta llegar a una zona donde se alzan las ruinas en mejor estado.






Están en plena y lenta reconstrucción, apoyados por los gobiernos de otros países que aportan dinero, la mano de obra suponemos que será laosiana, con lo cual es posible que antes de la próxima glaciación esté todo rehabilitado. Después comenzamos una lenta y penosa ascensión de las terrazas, escaleras de peldaños altísimos y descolocados que con el intenso calor que hacía parecían interminables. En lo más alto el templo principal bastante deteriorado, un elefante y un cocodrilo tallados en una roca y poco más, eso sí, el premio a tan difícil escalada son unas vistas impresionantes de la llanura y el valle del Mekong.



La visita nos tomó como un par de horas y tras comer algo decidimos regresar. Como no había ni tuk- tuks, ni buses, ni nada que se le pareciera, decidimos comenzar a caminar, eso sí, bien protegidas las cabezas con nuestros pañuelos y con agua suficiente. Caminando, caminando, cayeron los primeros dos kilómetros y después los dos siguientes y así a lo tonto, tras casi 2 horas y media de caminata llegamos al hotel, no sin antes haber visto y saludado a casi todos los habitantes del pueblo. Íbamos parando cuando teníamos que comprar agua, o cuando veíamos a alguna señora regando sus tierras con la manguera… momento en que le pedíamos una ‘duchita’ refrescante… y todo esto con chanclas, ver para creer.






Normalmente los turistas no hacen estas locuras y al vernos caminando la gente nos preguntaban y se extrañaban. Aquí todo el mundo nos saludaba con una gran sonrisa e incluso nos ofrecieron llevarnos, pero nosotros preferimos poder ver el pueblo tal y como es. Los niños jugando en las acequias, la mayoría de los adultos descansando en sus hamacas y otros limpiando las redes para la próxima jornada. Ha sido una experiencia divertida y no hemos tenido insolación alguna.






4 comentarios:

  1. Menos mal que estáis en buena forma!
    Qué diferencia de luz y color!

    Bss.

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  2. Hola chicos: No dejais de sorprenderme!!!!!!Estoy reviviendo mi viaje.Os veo fantasticos y muy felices que vivencias y que fotografias es todo genial.cuidaros mucho , besos.

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  3. Hola niños... Todo buen no? Ya veo!! Espero q estais pasando en grande, mola tu blog... Y un beso muy fuerte de parte de Dau también... Vuelve ya vale... Preparamos un vino y un plato de jamón y una barra de pan jejeje suerte chicos.... Muah xxx

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  4. Hola Chavales, vaya experiencia y vaya fotos ahora preparaos para el calor y la humedad, las fotos una pasada, por aquí todo bien, ayer estuvimos con los gipsy en casa de Ana y Elias, recuerdos de todos y sobretodo id con cuidado

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