El viaje desde Lhuang Phrabang lo hemos hecho en autobús local, unos 160 Km para los que hemos necesitado unas 7 horas. El colega que nos vendió los tickets en la estación decía que el bus era confortable y climatizado. ¡Climatizado por los cojones! Ya sabemos como climatizan por estas tierras… bajando las ventanillas o abriendo la puerta, aún así hemos tenido suerte, pues hemos viajado en un día nublado y ‘fresquito’, ha sido alucinante, una sucesión de paisajes salvajes y vírgenes hasta la provincia de Xieng Khuag y nuestro destino final, la ciudad de Phonsavanh.
La ciudad no tiene atractivo alguno y no disponen de electricidad durante toda la jornada, hay cortes de suministro, pero lo llevan muy bien, simplemente hay que cambiar los horarios y costumbres. Los dos días que hemos permanecido aquí, hemos podido aprender muchas cosas que desconocíamos. Aquí tenemos la impresionante ‘Llanura de las Jarras’, una acumulación de extraños cántaros esculpidos en la roca con más de 3000 años de antigüedad. La zona, además posee un tremendo interés histórico-bélico, pues aún conserva vestigios de los bombardeos de la guerra.
Laos fue devastado por los norteamericanos durante la guerra de Vietnam. Esta zona del país se encuentra entre las más bombardeadas de la historia del planeta, se estima que una cuarta parte de todas las bombas arrojadas por los estadounidenses sobre Laos en los años setenta cayeron aquí. En total, medio millón de toneladas, a razón de 300 kilos por habitante.
La Llanura de las Jarras
Un gran misterio rodea esta enorme llanura, no sabemos si Iker Jiménez habrá hecho algún programa al respecto, pero esta zona es algo alucinante.
Para poder visitarla hemos alquilado una moto, ya que las jarras se encuentran a unos cuantos kilómetros de la ciudad. Existen unos 300 cántaros o jarrones megalíticos de entre 1 y 2,5 metros de alto y de hasta 600 toneladas de peso. Se cree que sirvieron como urnas funerarias, esa es una de las teorías. Sin embargo, la piedra con la que están hechos, según nos cuentan, no proviene de los alrededores y además estos objetos carecen de relación alguna con otras culturas antiguas de Indochina.
Hemos visitado dos de los varios enclaves que existen en este área, la cual está muy afectada por los bombardeos. Podemos ver grupos de jarras y junto a ellos tremendos cráteres producidos por las bombas dispersos por la explanada. Parecía un colador.
Pasear por estas zonas nos pone los pelos de punta, pensar que Laos era un país neutral y lo que les ha caído del cielo, nunca mejor dicho.
Varias cuevas en las que se refugiaban los lugareños en la guerra han permanecido intactas y hemos podido verlas, pero otras sirvieron de cementerio ya que aún pensando que estaban a salvo les cayó una bomba encima.
En las partes más altas de la colina hemos podido flipar con las trincheras, todavía están intactas, con vegetación pero, se puede ver perfectamente su orientación y utilidad. Muy cerca de aquí hemos podido ver incluso los restos de un viejo tanque ruso que en aquella época jugó su papel, hoy en día utilizan parte de él como jardinera.
Esta explanada de los Jarros, a fecha de hoy es considerada Patrimonio de la Humanidad a pesar de ser una de las zonas más peligrosas del mundo, ya que los bombardeos selectivos acaecidos en esta zona fueron mayoritariamente con las temibles bombas de racimo, hoy en día prohibidas por la ONU. De una gran bomba surgían cientos de pequeñas bombas diseñadas para producir el mayor daño posible, quedando diseminadas y enterradas, siendo una trampa mortal para cualquiera que las pisase o manipulase. Hoy en día se estima que sólo un 1% del total de ellas están localizadas y desactivadas, el resto todavía están diseminadas por el área. Aún hoy, cuarenta años después, cada semana muere alguien por este motivo, mayormente gente que se dedica a la agricultura, gente pobre.
Este mapa indica la situación actual de riesgo.
Para poder visitar la llanura de las Jarras de forma segura, hay que seguir un caminito marcado con adoquines pintados de blanco y rojo. Fuera de este sendero está por escudriñar, por tanto no es seguro aventurarse.
Nos ha sorprendido el trabajo de mentalización y ayuda que llevan a cabo, incluso hay estadounidenses con sentimiento de culpa que se dedican a ello. Curiosamente las ‘bombies’ como ellos le llaman, son muy llamativas y de color amarillo e incluso se confunden con una fruta de aquí. Evidentemente los niños son carne de cañón. En pocas horas hemos podido ver a varios mutilados. El trabajo de educación a los niños es muy importante.
Después de todo esto nos ha parecido simpática la forma en que los lugareños utilizan todo este arsenal heredado. Parece que a pesar de todo tienen buen sentido del humor. Por lo visto, no hay laosiano que se precie que no tenga una bomba en su jardín. Las utilizan para cualquier cosa que podamos imaginar: como comederos de animales, barbacoas, columnas, adornos, maceteros, forma parte de su historia y así lo llevan.
El día de hoy ha sido muy enriquecedor, nos sentimos afortunados por haber podido disfrutar de todo esto y además, hemos vuelto a estar solos, sin turistas.
Al caer la tarde, nos ha llovido de forma contundente por primera vez.
A la mañana siguiente el día seguía lluvioso y hemos preferido no viajar, nos hemos dedicado a pasear por el pueblo y buscar nuevos rincones.
Para adaptarnos a la nueva temperatura hemos comido al estilo laosiano.
Sencillamente alucinante y de lo más interesante del viaje para mí hasta ahora, esto si que me habría hecho ilusión visitarlo debe ser increible, estoy seguro que aquí no va mucha gente.Lo que hicieron los yanquis con Indochina no tiene nombre.
ResponderEliminar¿Tenéis previsto esto?
ResponderEliminarFuente Termal, aproximadamente 52 kilómetros al norte de la capital de provincia Phonsavanh en el distrito de Muong Kham hay una fuente termal natural en un bello área. El visitante puede disfrutar de un baño natural en la fuente termal aunque deberá tener cuidado ya que la temperatura puede alcanzar los 60º C.
He encontrado esto sobre las jarras:Según la leyenda local, el rey Khun Chuang había construido para guardar el vino para la celebración de su conquista de la provincia en el siglo 6.
Otra explicación de las jarras es que eran utilizadas para recolectar el agua de las lluvias de los monzones para que los viajeros de las caravanas pudieran beber si viajaban en un periodo fuera de la temporada de lluvias sin tener que alejarse mucho del camino para encontrar el agua. El agua podía ser hervida, incluso aunque estuviera estancada, para que fuera potable nuevamente, la cual era una práctica habitual en la Eurasia más occidental. Las caravanas de comercio puede que acamparan cerca de estas jarras y pusieran grano en su interior como una ofrenda, para acompañar a los rezos para las lluvias.
Aunque las jarras son el aspecto más conocido y más visible de las llanuras, investigadores han descubierto y fotografiado tallas en piedra en esta zona. Estas tallas incluyen losas muy largas y finas de piedra. El método usado para crear dichas losas de un grosor tan fino sin fracturarlas es desconocido.
Salu2!
M HARTA!!!
Juli, si tu has flipado viendo las fotos, imagínate estando allí. Es un lugar que deberías apuntar en tu agenda, para el futuro.
ResponderEliminarMarta: No hemos ido a las aguas termales, pues como ya te dije comenzó a diluviar y así nos hemos pasado 3 días, casi sin poder salir a la calle o viajando al sur.
Menudo curro de investigación te has pegado con las jarritas....