Beijing es una ciudad plagada de templos y lugares sagrados, destacamos algunos de ellos.
Templo del cielo
Está situado en el parque Tiantan Gongyuan, al sur de la ciudad, donde acuden cientos de chinos a pasar el día; hacen gimnasia, bailan, jugan a las cartas o simplemente se atan las zapatillas de una manera muy peculiar.
El Templo del Cielo es el mayor en su clase en toda China. Fue construido en el año 1420 y tanto la dinastía Ming como la Qing lo utilizaron para rogar por las cosechas en primavera y dar las gracias al cielo por los frutos obtenidos en otoño. Desde el año 1998 está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El Templo del Cielo es en realidad un conjunto de edificios: al norte se sitúa el Pabellón de la sala de la Oración por la Buena Cosecha; al sur, el Altar Circular y la Bóveda Imperial del Cielo, todos ellos rodeados de bellos parques.
El conjunto está diseñado bajo una fuerte simbología. La tierra, se consideraba cuadrada, mientras que el cielo era redondo. Por esta razón, se pueden hallar elementos de base cuadrada y redonda a lo largo de toda su extensión. Sin ir más lejos, la base de su inmenso terreno (que dobla la superficie de la Ciudad Prohibida) es rectangular hacia el sur y circular hacia el norte. Todo el conjunto está rodeado de una muralla interior y otra exterior.
Al entrar al recinto, como siempre, pudimos ver las dimensiones del mismo.
Nos reciben un conjunto de siete rocas que se suponen son trozos de meteoritos, aunque la verdad, no parecen muy chamuscados para haber atravesado la atmósfera.
Para llegar al primer pabellón tuvimos que atravesar un corredor precioso y muy espacioso de unos 350m. de largo, donde los chinos se reúnen y pasan el tiempo libre de diferentes formas.
Pabellón de la sala de la Oración por la Buena Cosecha
Este templo es uno de los más representativos de la ciudad. Se trata de una construcción circular sobre tres terrazas también circulares de mármol blanco, está soportado por 28 columnas de madera y tiene un triple tejado de color azul, en lo alto una bola dorada. La verdad es que es bastante espectacular. Los chinos reservan con recelo el interior de los templos, sólo los dejan ver desde fuera.
Bóveda imperial del cielo
Aquí los emperadores rendían homenaje a sus antepasados. Es muy parecida a la principal pero de menor tamaño. Está rodeada por el muro del eco, por lo visto, aunque no lo pudimos comprobar por el gentío que había, uno puede hablar desde cualquier punto del muro y se supone que su voz puede oírse claramente en el punto opuesto, dicen que el sonido se transmite recorriendo la pared.
Altar circular
El altar circular o altar del cielo es una construcción abierta y consta de tres terrazas concéntricas rodeadas de unas barandillas de mármol blanco.
En el centro hay una piedra redonda, que los chinos fotografían con pasión, donde se supone que si alguien habla desde este punto del altar, el sonido aumenta y se escuche desde todos los ángulos.
Templo de Lama
Para llegar a este templo hemos cogido el metro hasta la parada Yonguedong.
Al salir ya puedes ver a cantidad de vendedores de incienso y ellos mismos te indican el camino hasta la entrada.
La entrada cuesta 25Yuanes y te dan un miniCd que todavía no hemos podido ver, muy sofisticado.
Este es un templo budista tibetano y es el más importante fuera del Tíbet.
Se trata de un complejo de edificios muy parecidos entre sí y con escaso espacio entre ellos, los tejados se solapan los unos con los otros.
Este templo está dedicado totalmente al culto y lo más llamativo de ver son los cientos de chinos que pasan por allí cada día para hacer sus ofrendas a sus iconos. Todos van cargados de barritas de incienso y a cada imagen le ofrecen tres de ellas, hay tantos iconos que deben tomarse la mañana libre.
Tienen un pabellón llamado la Sala del Pequeño Potala, donde está el Trono del Dalai Lama y el Trono del Panchen Lama y en el último pabellón, el Salón de las Diez mil Felicidades, se exhibe una escultura de Buda de 18m. de altura, tallada en un sólo tronco de sándalo.
Templo Beihai
Beijing es una ciudad bastante llana y sólo tiene algunos edificios altos. Desde este templo, más que por su altura es por su ubicación, tenemos unas vistas privilegiadas de la Ciudad Prohibida.
Evidentemente todo rodeado de un gran parque verde que a su vez es otro de los pulmones de la ciudad.
Preciosas tooodaaaasss las fotos.
ResponderEliminarBss!