Bangkok

Tras poco más de cuatro horas de avión nos hemos plantado en Bangkok, la capital y centro neurálgico de Tailandia. Lo primero que nos llama la atención al llegar a su aeropuerto es la coordinación y el orden existente, tras llegar del caos indio, lo hemos agradecido mucho. Lo segundo que notamos nada más salir de la terminal es el tremendo calor y humedad existentes, y eso que sólo estamos en febrero.

Para llegar hasta la zona donde pensábamos dormir cogimos un bús en el propio aeropuerto y tras 1h. de viaje estábamos en el barrio más carismático de Bangkok, Banglamphu. Nos dirigimos a la calle Khao San, zona ‘mochilera’ por excelencia de la ciudad, donde teníamos referencias de un buen hotel. Habitación limpia con aire acondicionado más baño, por poco más de 10€ la noche, que más podíamos pedir.

Al llegar a la calle Khao San uno no puede dejar de mirar el divertido caos de mochileros que va y viene, los puestos callejeros vendiendo de todo, las agencias de viajes en cada esquina que gestionan todo tipo de viajes y destinos.

La zona en la que estamos tiene un pequeño canal y es muy tranquila, podemos ver gente en su día a día, desde por la mañana hasta la noche. También hemos podido disfrutar de los entrenamientos al aire libre de lucha Thai.

Bangkok es una de esas ciudades asiáticas gigantescas de más de 15 millones de habitantes, pero caminar por sus calles después de permanecer 40 días en India es como pasear por un parque de Viena o Praga, todo nos parece tranquilo, ordenado y armónico.

En el tema alimenticio, es una gozada. A lo largo de casi todas las calles puedes encontrar infinidad de carritos de comida. Se lo montan fenomenal. No hay horario. Puedes llegar a encontrar desde zumos de cualquier fruta, granizados, pancakes, dulces, galletas, pasando por las mazorcas asadas, pinchos de carne de cerdo, ternera, pollo, alitas, muslitos, salchichas, buñuelos, sepia, gambas, hasta cualquier tipo de guiso de podáis imaginar; salteado de verduras, platos de fideos o hasta sopas de todo tipo.

No entendemos muy bien porqué comen esos guisos tan calientes, pues podían descubrir el gazpacho que sería un éxito. La mayoría de los cocineros se cubren con la mascarilla y muchos de los que manipulan la comida utilizan guantes de plástico. Los granizados los toman en una bolsita de plástico y el resto igual, pero nunca ves un plato en el suelo, son muy cuidadosos. Todos te ofrecen posibilidad de tirar cualquier desperdicio en su bolsa de basura. Igualito que en la India.

De todos modos en lo referente a la alimentación hay gustos para todos.

Otro atractivo para los turistas son los masajes, en muchas calles te los ofrecen, colocan las tumbonas en la misma calle y sólo tienes que sentarte. Nosotros nos hemos hecho varios. Después de caminar todo el día, el de los pies es una gozada.

En estos cuatro días en Bangkok hemos visitado algunos templos y lugares de interés:

Wat Intharawihan

En su interior se encuentra una figura de Buda de 8 metros de altura.

Wat Benchamabophi - Marble temple

Precioso templo, todo de mármol, rodeado de diferentes budas en distintas posiciones, jardines y fuentes.

Golden Mountain

Monumento en forma de montaña, al cual se accede tras subir una gran escalera de caracol con peldaños muy pequeños. Desde arriba se puede ver una bonita vista de la ciudad, aunque el monumento en sí, no es especialmente agraciado.

Monumento a la democracia

Enclavado en el centro de una bulliciosa plaza, al estilo de la puerta de Alcalá, pero a lo Thai. Una noche vivimos aquí una enorme concentración de gente con camisetas rojas que parecía una manifestación, pero creemos que era una especie de fiesta popular o algún evento controlado por el gobierno.

Monumento a la Victoria

Un obelisco situado en otra céntrica plaza, en la intersección de varias grandes avenidas, comparte paisaje con el tranvía elevado y un paso peatonal enorme que sirve para distribuir el flujo peatonal sobre la propia plaza de forma circular.

Puente de Rama

Es el principal puente que une las dos orillas del gran río que atraviesa la ciudad, el Chao Phraya.

Wat Iam Vora Nuch

Otro templo budista, posee una representación de Buda muy original, con dos estatuas, una detrás de la otra. Dentro, los fieles rezan en silencio y se respira tranquilidad. Posee una gran campana dorada que culmina el templo.

La gente en Bangkok es muy risueña y agradable, saben que su fuente de ingresos principal es el turismo y se nota. Todo son facilidades para los turistas, todo son buenas caras y la presión para comprar o visitar tiendas es inexistente o al menos, muy llevadera.

Es muy divertido verlos hablar entre ellos, gesticulando muchísimo y hablando esa lengua tan extraña que recuerda a la de los marcianos de la película Mars Attack: ¡¡¡ Kangñe toc ak–ak!!!

Barrio de Banglamphu (calle Khao San Road)

Julián, tenías razón… ¡en Tailandia las mujeres te sonríen!.. Además de estar muy potables la mayoría de ellas.

En España la mayoría de las tías tienen ‘complejo de modelo’, aunque muchas sean Orcos de Mordor. Tengo la sensación de haber llegado aquí 15 años tarde, éste es un viaje para hacer sin pareja y con 25 años, en fin. Después de 40 días en India, donde el 99,99% de las mujeres que vi no las hubiese tocado ni con un palo… esto se agradece, es un gusto para la vista.

Myriam no tiene tanta suerte, pues los chicos Thai son pequeñitos y feillos. Jejejeje. De hecho a veces se siente como si estuviera en mitad de un cómic de manga.

Phloen chit

Hemos tenido que visitar dos veces este céntrico y moderno barrio de Bangkok, ya que la visita a la embajada de Vietnam era obligada para tramitar los visados de nuestra futura visita al país.

Esta zona está plagada de modernos rascacielos, oficinas, centros comerciales, edificios oficiales.

Paradójicamente de las grandes avenidas surgen bocacalles y callejones con ambientes sórdidos, donde hemos podido ver prostitución y julandrones ‘Lady Boys’ a tutiplén y además a plena luz de día…

Wat Ratcha Bophit


Un templo más de los cientos que hay en la ciudad pero ya en el barrio chino. Por aquí no hay muchos turistas, suponemos que lo prefieren de noche en busca de otro tipo de 'turismo'.

Wat Phra Chetuphon

Esto es un complejo con un gran templo central, rodeado de pequeños templitos con sus Budas correspondientes e infinidas de campanas.

En un lateral está el templo del Buda reclinado que es enorme. Su ubicación es un poco complicada para poder disfutar de una vista global, ya que está rodeado de columnas en su interior.

Detalle de los pies.

King Bhumibol Adulyadej Rama IX - El Rey de Tailandia.

Ésta imagen se repite por todas las calles y plazas.

Además también en muy común ver imágenes en blanco y negro de su juventud e incluso de su infancia. Ni una sola de su estado actual. Lo que en este país supone este hombre es algo extraño y difícil de explicar, es como una divinidad, los thai se reclinan, se echan al suelo ante su presencia o simplemente ante la visión de sus imágenes. Actualmente está enfermo, además de ser muy mayor. Nadie sabe exactamente lo que sucederá tras su fallecimiento, pues a su hijo y sucesor, el pueblo no lo quiere. Huele a revueltas populares y a movida de la gorda.

Transporte público

Es el único ‘pero’ que se le puede poner a esta ciudad. Su red de metro es pequeña, posiblemente por que su subsuelo no permite construir más líneas, ya que Bangkok está surcado de canales. Cuenta con tranvías elevados rápidos pero caros. Autobuses hay a mogollón, pero son lentos debido al tráfico. Hay autobuses con aire acondicionado, más caros, y sin climatizar son mucho más baratos. Los taxis son de colores, según la compañía, y además hay que ir con cuidado, no se les oye, todos son eléctricos. Curiosamente también existen moto-taxi, en muchas esquinas se apilan motoristas con un chalequito identificativo que te llevan donde gustes.

Vida nocturna

Este barrio tiene mucha vida durante el día, pero cuando llega la noche se multiplica por 10. Es un trasiego continuo de turistas. Entre bares, chiringuitos, puestos de comida, vendedores, peluquerías, agencias de viaje ambulantes y friquis de todo tipo, te da para sentarte en una terraza y no perder ripio.

Nosotros hasta nos hemos encontrado con estas curiosas réplicas de ‘jugadores de fútbol’. Cuando supieron que éramos españoles, sacaron multitud de cámaras para fotografiarse con nosotros. Humor amarillo.

Myriam con: Xavi, Torres, Fábregas, Özil y Nesta.

Mientras esperamos el autobús hacia Krabi, nos tomamos un Banana Sahke.