Al llegar a la estación de madrugada, nos pusimos rumbo al hotel, estaba cerca, a unos 4 km. El tuc-tuc nos deja en la puerta y el hotel está cerrado, tras 5 minutos de mover la puerta y dar golpes, sale a abrirnos el guardián. No se enteraba de nada, no sabía leer y no hablaba ni una palabra de inglés. Conseguimos que nos abra, lo difícil fue conseguir que se fuese de la habitación.
Este sitio es una carretera con hoteles, tiendas repletas de pinturas de tigres y algún que otro restaurante, todos los turistas estamos en la misma zona a un par de kilómetros de la entrada del parque nacional.
A las 2 de la tarde nos recogen para hacer la visita al parque en un vehículo con capacidad para unas 15 personas.
Entramos en el parque y todo es un pedregal, la vegetación está polvorienta, es algo desolador. Vemos mucha comida para el tigre: gacelas, antílopes y venados, también monos, pavos reales y algunas aves, pero del tigre ni rastro.
Sotobosque muy escarpado, de pronto comienza a abrir el paisaje y llegamos a unas lagunas, algunas garzas y cormoranes, vemos un cocodrilo indio de unos 4 ó 5 metros tumbado al sol, el tigre no aparece. Vemos un martín pescador color teja y azul que parece un peluche con un gran pico rojo, precioso y en lo alto de un árbol nos vigilaba un gran águila, pero el tigre ni de coña. Finalmente tras 3 horas de búsqueda regresamos al hotel, mañana lo intentaremos de nuevo.
Segundo intento
Decidimos comprar las estradas directamente en el estamento oficial, el hotel dobla el precio.
Una vez en taquillas, brotan guías por todas partes, aparecen con montones de fotocopias de pasaportes de turistas. Tienen una forma de trabajar increíble, no existen las colas, les gusta hacer montones, de hecho la taquilla tiene un agujero del tamaño de un coco y son capaces de meter tres o cuatro brazos, alguno habrá metido hasta la cabeza. Nosotros que ya vamos sabiendo de esto, vamos empujando y posicionándonos. Finalmente, junto con otra pareja de irlandeses, conseguimos que nos cojan los pasaportes. Ya tenemos tickets para el segundo safari.
Esta vez iremos en un 4x4 para sólo 6 personas y hoy, nos ha tocado el sector 2. El paisaje comienza igual de desolador que ayer, pero a los pocos minutos mejora, seguimos el cauce de un río y pronto vemos unos árboles tremendos con unas raíces espectaculares. En nuestro coche vamos finalmente con 4 hindúes jovencitos medio gilipollas.
Vemos venados, aves acuáticas, cocodrilos, mangostas, jabalíes, de nuevo al martín pescador e incluso un pájaro carpintero, pero del tigre…. lo mismo del día anterior, ná de ná. De pronto el conductor se detiene, tenemos una huella de tigre en el camino.
Seguimos su dirección. Cuando ya van casi dos horas de búsqueda, nos volvemos a detener bruscamente, nos señalan entre los arbustos…Tigre!
Estaba echado entre la maleza a unos 10 ó 12 metros de nosotros, camuflado entre los arbustos de tal forma que ira imposible verlo completamente y mucho menos fotografiarlo. Tan sólo pudimos verle las rayas de colores y yo incluso le pude ver mover una oreja. Estuvimos más de 15 minutos esperando, moviendo el coche y haciendo ruido para ver si el bicho se movía, pero nada, caso omiso. Frustrados continuamos camino, cae la noche… nos vamos sin poder ver al puñetero tigre.
Justo cuando estábamos saliendo del parque y ya había muy poca luz, de nuevo nos detenemos bruscamente… ¡Leopard! Sí, justo en la escarpada pared que tenemos enfrente. A unos 300 metros podemos ver paseándose un leopardo precioso, aunque muy lejos y con muy poca luz, pero unos metros más adelante había un segundo ejemplar camuflado entre las piedras. Lástima que había muy poca luz y que estaban muy lejos, estas son las únicas fotos que hemos podido hacerle:
Dos safaris cero tigres. Sin embargo unos chicos muy majetes de Mallorca que conocimos lo vieron y fotografiaron dos veces. Nosotros el único tigre que vimos es el que salía en las galletas que me compré el otro día:
Cenamos algo y nos vamos a la estación, esta noche toca viajar en tren-piojera hasta Agra, el Taj Mahal nos espera…
Qué pena! Con lo que me gustan los tigres , esperaba fotito :(
ResponderEliminar"En ocasiones" el radar de mamá me alucina.
El Taj Mahal en Agra,en el estado de Uttar Pradesh, es el quinto estado en tamaño y el más poblado de la India.lalala "La que se avecinaaa"- Sister cantando
BUEN VIAJE y que SIVA os acompañe!
ResponderEliminarLa misma de antes.La cansina!
Pues eso!
ResponderEliminarLo que hace falta es Zotal, mucho Zotal!
¡QUE PENA LO DEL TIGRE!
ResponderEliminarHE DECIDIDO GRAVAR UN MINUTO DE CADA DÍA QUE NO ESTAIS AQUI,(POR SI SE OS OLVIDA)UN BESO OS ECHO MUCHO DE MENOS.
¿están buenas las galletas tigre? perdón tiger
ResponderEliminar¿va enserio que eran gilipollas esos hindúes?
A tu sobrina lo que mas le ha llamado la atencion ha sido, los de los tigres, las galletas y lo de gilipollas!!!! desde luego..... un besote
ResponderEliminarLas galletas cuando hay hambre, saben a gloria.
ResponderEliminarUn beso a los tres.
Me parece que te resultará más complicado encontrar un grupo de más de 4 hindúes no gilipollas, que dos tigres copulando en medio de la carretera.
ResponderEliminarOscar