martes, 26 de abril de 2011

Ciudad Prohibida

También llamada Palacio Museo, situada al norte de la plaza de Tianamen, no tenemos que coger transporte pues nos alojamos muy cerca.

La entrada principal se encuentra bajo la famosa imagen de Mao y la verdad, para llamarse prohibida había muchísimos chinos de visita. Con tanta gente alrededor te sientes muy pequeñito, pero en este país ya hemos podido comprobar que es el estado natural en que te encuentras en cualquier sitio.


Tras pasar el primer frontal llegas a una gran plaza también repleta de gente, tuvimos que pasar una segunda plaza hasta que vimos unas taquillas donde comprar las entradas, 60RMB (7€). Curiosamente no existen las colas enormes a las que estamos acostumbrados, aquí redirigen al público con mucha destreza y en ningún momento esperas más de cinco minutos. Para entrar, lo mismo, el paso es bastante rápido.



Esta ciudad se construyó exactamente en el centro del antiguo Beijing, a partir de aquí China empezó a hacerse grande. Construida en el siglo XV fue el hogar de 24 emperadores de las dinastías Ming y Quing.

En 1987 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por ser una de las mayores estructuras de madera mejor conservadas del mundo.



Curiosamente, los chinos utilizaban la mampostería y el ladrillo para construir obras defensivas y de ingeniería, como la Gran Muralla y los materiales más nobles, como la madera, la usaban para levantar edificios, por ello, son pocos los que han resistido al tiempo.

La ciudad tiene forma rectangular, es el complejo palaciego más grande del mundo, y cubre 720 hectáreas. Está rodeada por un foso de 52m. de ancho y 6m. de profundidad, con paredes de 10m. de altura y 3Km. de longitud, lo suficientemente gruesas como para resistir los ataques de cañones.



Al entrar en la plaza principal el gentío era enorme, teníamos que estar pendiente el uno del otro, aunque con tanto chino éramos pocos los que dábamos la nota. En esta zona se albergaba la aristocracia china, el amarillo del techo lo anuncia.



En cada esquina del tejado había pequeñas estatuillas. El número de estatuillas representaba el estatus social del propietario. La residencia del emperador tenía nueve estatuillas, ya que diez simbolizaban el cielo y eran usadas sólo en los edificios más sagrados de toda la ciudad.



La residencia principal está situada sobre una triple terraza de mármol de 230 metros de largo, no tiene paredes de cargas, está sostenida sólo por grandes columnas y sobre vigas de varios largos, se asienta una cobertura ondulada o recta.





Lo que es increíble es el colorido de sus pinturas, todas las maderas tienen dibujos de dragones y combinan los colores de una forma muy agradable.


Los visitantes chinos se vuelven locos con las fotos y tienen la costumbre de empujar, para nosotros es bastante incómodo pasar por esa prueba para poder ver en interior de los pabellones.



Hay muchos elementos decorativos, de esos que recuerdas de los libros de texto y losas de mármol que son bastante espectaculares.




Estuvimos unas 6h. de paseo entre las 800 edificaciones y no nos las acabamos todas. Con la ayuda de una audio-guía colgada al cuello íbamos escuchando la información pertinente, pero lo que realmente nos gustó fueron las historias que nos relataron.



Cada una de las habitaciones guarda historias increíbles, luchas pasionales y batallas épicas con ríos de sangre derramados en propósito de la sucesión del trono, encuentros de amor y mentiras guardadas durante años y descubiertas después, en fin, fantásticos relatos de emperadores, príncipes, concubinas, eunucos, sirvientas y guerreros como protagonistas. Es como un mundo en un sueño, parece mentira que todo esto en su momento tuviera tanta vida. En definitiva, este pequeño gran mundo resguardó la historia de todo una cultura, de cientos de historias.




Al ver todo esta construcción uno cree poder imaginar la majestuosidad del pasado imperio y al mismo tiempo piensa que muchos misterios de la historia han quedado ocultos en ella.

Por hoy ya hemos tenido bastante de cultura antigua, no eres consciente de lo que caminas pero realmente haces una gran maratón.

2 comentarios:

  1. ALUCINANTEEEEE!!!!
    Qué colorido!
    PRECIOSA LA CIUDAD.

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  2. Muchísimas Gracias por la forma llana y clara
    de vuestras explicaciones.
    me van a ser de gran utilidad en mi futuro viaje.

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